Habitualmente tenemos en nuestras casas infinidad de elementos que usamos en nuestra vida diaria que nos ayudan en el desarrollo de nuestras actividades. Sin embargo, la mayoría de las veces, no nos damos cuenta que muchos de ellos son un peligro potencial para nuestros perros. Solamente reparamos en ello cuando, por desgracia, surge algún accidente y entonces apesadumbrados nos invade un profundo sentido de culpabilidad.

Para intentar prevenir este tipo de percances, exponemos a continuación algunos de los productos, objetos o lugares a que están expuestos nuestros perros. No obstante, somos conscientes de que es humanamente imposible preverlo todo, ya que muchas veces, además de los elementos en sí, concurren toda una serie de circunstancias difíciles de pronosticar.

PRODUCTOS DE JARDINERÍA.- Los insecticidas, fertilizantes, herbicidas, veneno para caracoles o babosas…...deben de estar en estanterías fuera del alcance de nuestro amigo. Evitar guardarlas en el suelo del garaje o en el de alguna habitación que, aunque estén cerradas, en un descuido nuestro el perro pueda acceder a ellas y extremar estas precauciones con los productos herbicidas pues su olor y sabor le es muy atrayente. Si se ha hace un tratamiento con herbicida en el jardín leer atentamente el tiempo de cadencia.

LÍQUIDO ANTICONGELANTE. Y REFRIGERANTE.- Tienen un sabor dulce para los perros, así que pueden lamerlo del piso del garaje o del estacionamiento. Una pequeña cantidad como la cucharadita de estos líquidos que contengan glicol-etileno pueden causar daños irreversibles al riñón al formársele cristales que pueden ser fatales para el perro. También debemos considerar usar un anticongelante o refrigerante que contenga glicol-propileno, que es menos tóxico.

MEDICAMENTOS PARA LAS PERSONAS.- Los medicamentos indicados para el tratamiento de la salud humana pueden causar serios problemas a nuestros perros. Por ejemplo, el ibuprofeno o el naproxeno; el paracetamol es tóxico para los perros a partir de 150 mg/kg. y el ácido acetilsalicílico se puede administrar con mucho cuidado, en casos estrictamente necesarios, a razón de 10 mg/kg. cada 12 horas.

RATICIDAS.- Pueden provocar problemas muy serios e incluso pueden ser letales para nuestros amigos. Por consiguiente, es necesario que su aplicación se haga en áreas completamente inaccesibles para los perros.

PILAS.- Es fácil que los perros puedan ingerir las pilas pequeñas de reloj, las cuales, pueden causar una ulceración potencialmente fatal en el estómago en el plazo de 12 horas.

PRODUCTOS PARA LIMPIEZA PERSONAL O DEL HOGAR.- Los champús, jabones, suavizantes, desinfectantes, detergentes para la ropa o lavavajillas -estos últimos muy tóxicos-, si son lamidos o ingeridos por los perros pueden acarrear intoxicaciones agudas.

COLLARES CONTRA PARÁSITOS EXTERNOS.- Se deben colocar adecuadamente para que el perro no tenga acceso a él. Si conviven varios perros juntos es conveniente usar otro tipo de desparasitadores externos para evitar que un perro tenga acceso a los collares de los otros.

CABLES DE APARATOS ELECTRODOMÉSTICOS. Es necesario que no estén al alcance de los perros porque les gusta mordisquearlos ignorando si están o no conectados.

ENCHUFES ELÉCTRICOS.- Igualmente se debe evitar que puedan llegar a ellos pues a muchos perros les encanta meter la lengua en sus orificios o mordisquearlos.

COLCHONES DE ESPUMA DE NYLÓN.- Es altamente peligrosa que el perro la ingiera pues se puede hinchar en su estómago y provocar una grave obstrucción en el aparato digestivo.

JUGUETES O MATERIALES PLÁSTICOS.- Muchos de los juguetes para niños están hechos con materiales plásticos que se pueden romper fácilmente. Estemos al tanto que no quede ninguno al alcance del perro pues es seguro que lo va a astillar o triturar tragándoselo en buena parte.

TELAS, MANTAS O PRENDAS DE VESTIR.- Las telas o mantas que muchas veces se ponen como cama al perro son susceptibles de ser mordidas o comidas. También, y debido a su gran olfato, le atrae mucho el olor que puedan despedir nuestras prendas de vestir, con las cuales, puede mantener un singular "idilio".

PLANTAS.- Muchas de ellas son irritantes o tóxicas, bien sea en su forma viva o seca. Es necesario que nos informemos de ello, especialmente aquellas que puedan tener efectos letales. Si tenemos dudas mantengámoslas fuera del alcance del perro.

COCINA.- La cocina suele ser un lugar preferente para muchos perros porque en algunas casas es el lugar donde se come, huele bien y puede caer algún que otro pedacito de alimento. Sin embargo, por accidente les puede caer encima agua hirviendo, aceite caliente o cualquier objeto punzante.

PISCINAS.- Si son accesibles a los perros son un peligro potencial. Es cierto que los perros ya de cachorros saben nadar pero el problema se presenta cuando no pueden salir por si solos, ya sea por el bajo nivel del agua, o porque sus patas resbalan con los azulejos o por falta de fuerza. También debemos tener cuidado con la toxicidad de los productos químicos que se usan para la limpieza de las piscinas.

CONCLUSIÓN.- Es básico saber que tipo de producto ha estado en contacto o ha ingerido nuestro perro para poder dar esta información al veterinario. También es importante que sepamos que hay productos tóxicos que pueden producir doble daño a nuestro perro: cuando lo ingiere y luego si se induce al vómito